martes, 17 de julio de 2012

CARTA A LUCÍA ETXEBARRIA


     Aquí os dejo una carta que he enviado a Lucía Etxebarria a raíz de una conversación en Twitter sobre la defensa del profesorado.  En defensa de la escuela pública y los servicios públicos. Muchas gracias a todos y todas en estos momentos por vuestro apoyo. Aquí os dejo la carta de Lucía.

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Estimada, Lucía:
     Hemos estado intercambiando tweets y creo que es mejor trasmitirte mis pensamientos a través de este medio, donde los 140 caracteres no mutilen mi mensaje.
     Estoy contigo en que existen toda una serie de argumentos que intentan defender el trabajo que realizamos los educadores y que consiguen el efecto contrario. No comparto muchos de ellos pero entiendo que a la personas se le acaben los argumentos cuando está harto de repetir el realmente importante sin que le hagan caso. No sé si lo que te voy a dar son o no argumentos… Te contaré cómo he vivido yo la educación pública de uno y otro lado.
     Vengo de una familia humilde, como muchos españoles y españolas. Mi abuelo paterno fue minero que emigró a Luxemburgo. Mi abuela trabajaba en casa y en un almacén de tomates. Criaron a un niño que comenzó a trabajar a los 14 años en una fragua para después terminar siendo carpintero. Mi padre, un carpintero que no pudo estudiar aunque aprobó los exámenes de reválida. Mi abuelo materno también fue minero y mi abuela trabajó siempre en casa. Criaron a una niña que aprendió a leer a los ocho años. Por azares del destino terminó trabajando para las monjas en un asilo de ancianos. Estudios primarios y profundos conocimientos de tejido y lavado fueron su educación.
     Esa unión dio tres frutos… Dos niños y una niña a los que siempre educaron en el esfuerzo, en el trabajo, en la superación, en la libertad. Su gran esfuerzo y la educación pública les permitieron que sus hijos tuvieran lo que ellos jamás tuvieron: acceso a una educación… acceso a la igualdad… a la libertad. Su hijo mayor se dedica a la informática y la menor es veterinaria, yo profesor de griego y latín. Tres trabajadores. Es normal defender la educación pública cuando te lo ha dado todo. Es normal querer que los profesionales que la llevan a cabo cobren bien. Igual de bien que deberían cobrar los demás profesionales estén en la empresa que estén.
     Creo profundamente en el trabajo y en el esfuerzo. Así lo intento trasmitir en mis clases. Cada día que entro en una quiero que los alumnos valoren a todos los que tienen a su alrededor. Con mis explicaciones intento dignificar el papel del agricultor y el del médico… incluso el del político, que políticos somos todos. La sociedad debe valorar todos los trabajos y mi trabajo es intentar trasmitirlo. Lo único que espero de la sociedad es que valoren el mío.
    Te contaré cuál es el principal objetivo de mi clase de griego para que vayamos a lo práctico. Mi principal objetivo es que aprendan griego para que sean capaces de acceder a la cultura griega por sí mismos. Les lanzo durante el curso la misma pregunta una y otra vez… “¿Por qué surge en Atenas la mayoría de todo lo que conocemos?” Hay respuestas para todos los gustos que no te reproduzco aquí pero que son muy interesantes. Al final de curso, después de explicar cómo hace su vida un agricultor en la Atenas Clásica, alguien se da cuenta que todo eso surge porque hay libertad, porque hay igualdad, porque hay democracia. Porque hay una sociedad educada en la libertad, en la igualdad, en la democracia. Teniendo en cuenta por supuesto el papel de la mujer. Conocer esa sociedad es conocer lo bueno y lo malo. Educarlos en la mejora de las sociedades es primordial. Creo que trasmitir todo eso tiene valor y sólo le pido a la sociedad que lo tenga en cuenta. Que lucho cada día para dignificar un sistema de igualdad de oportunidades y de respeto.
     Como ves, Lucía, defiendo que todos los trabajadores somos dignos. Creo que es un absoluto error pensar que el profesor es una clase social diferente. Ni me siento ni me he sentido nunca así. Cometemos un gran error si queremos igualarnos por debajo. Lo mejor sería igualarnos por encima. Nunca me molestó que un albañil cobrara 3.000 euros (Ojalá los pudieran seguir cobrando). Me molesta que mi trabajo sea educar a la sociedad y nadie lo tenga en cuenta. Me molesta que una y otra vez se agredan mis condiciones laborales y se diga que eso no afecta a la calidad en la educación. Me molesta que se me tome como excusa para, en realidad, acabar con el sistema que me dio la oportunidad de educarme. Y me molesta que todo esto se haga sin plantear otra alternativa. Me molesta que se diga que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que por ello hay que acabar con los servicios públicos que hemos pagado todos con creces. Me molesta porque las administraciones no se han endeudado hasta las cejas por mantener unos servicios públicos de calidad. Se han endeudado por mantener actos insostenibles, cargos inútiles, edificios ruinosos y proyecto fantasma por los que se pagan. Y ya no te canso más… Me molesta porque la educación no es problema es la solución. Me gustaría que nos diéramos cuenta y lo defendiéramos. Nos quita lo más importante: la educación… la igualdad… la libertad.

Un abrazo
Fernando


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4 comentarios:

  1. Espero que sea leída. Gran reflexión, que más de uno debería aplicarse.

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  2. Genial! Debemos defender nuestro faena y nuestros derechos como cualquier otro trabajador!
    Gracies Fernando!

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  3. Felicidades Fernando por plasmar los pensamientos y valores de muchos. Has sabido exponerlos desde el respeto y no desde la rabia y la impotencia que muchos sentimos.

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  4. Gracias por vuestras palabras¡ Ánimo, compañeros¡

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