Aquí os dejo una carta que he enviado a Lucía Etxebarria a raíz de una conversación en Twitter sobre la defensa del profesorado. En defensa de la escuela pública y los servicios públicos. Muchas gracias a todos y todas en estos momentos por vuestro apoyo. Aquí os dejo la carta de Lucía.
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Estimada, Lucía:
Hemos estado intercambiando tweets y creo
que es mejor trasmitirte mis pensamientos a través de este medio, donde los 140
caracteres no mutilen mi mensaje.
Estoy contigo en que existen toda una
serie de argumentos que intentan defender el trabajo que realizamos los
educadores y que consiguen el efecto contrario. No comparto muchos de ellos
pero entiendo que a la personas se le acaben los argumentos cuando está harto
de repetir el realmente importante sin que le hagan caso. No sé si lo que te
voy a dar son o no argumentos… Te contaré cómo he vivido yo la educación
pública de uno y otro lado.
Vengo de una familia humilde, como muchos
españoles y españolas. Mi abuelo paterno fue minero que emigró a Luxemburgo. Mi
abuela trabajaba en casa y en un almacén de tomates. Criaron a un niño que
comenzó a trabajar a los 14 años en una fragua para después terminar siendo
carpintero. Mi padre, un carpintero que no pudo estudiar aunque aprobó los
exámenes de reválida. Mi abuelo materno también fue minero y mi abuela trabajó
siempre en casa. Criaron a una niña que aprendió a leer a los ocho años. Por
azares del destino terminó trabajando para las monjas en un asilo de ancianos.
Estudios primarios y profundos conocimientos de tejido y lavado fueron su
educación.
Esa unión dio tres frutos… Dos niños y una
niña a los que siempre educaron en el esfuerzo, en el trabajo, en la
superación, en la libertad. Su gran esfuerzo y la educación pública les
permitieron que sus hijos tuvieran lo que ellos jamás tuvieron: acceso a una
educación… acceso a la igualdad… a la libertad. Su hijo mayor se dedica a la
informática y la menor es veterinaria, yo profesor de griego y latín. Tres
trabajadores. Es normal defender la educación pública cuando te lo ha dado
todo. Es normal querer que los profesionales que la llevan a cabo cobren bien.
Igual de bien que deberían cobrar los demás profesionales estén en la empresa
que estén.
Creo profundamente en el trabajo y en el
esfuerzo. Así lo intento trasmitir en mis clases. Cada día que entro en una
quiero que los alumnos valoren a todos los que tienen a su alrededor. Con mis
explicaciones intento dignificar el papel del agricultor y el del médico…
incluso el del político, que políticos
somos todos. La sociedad debe valorar todos los trabajos y mi trabajo es
intentar trasmitirlo. Lo único que espero de la sociedad es que valoren el mío.
Te contaré cuál es el principal objetivo de
mi clase de griego para que vayamos a lo práctico. Mi principal objetivo es que
aprendan griego para que sean capaces de acceder a la cultura griega por sí
mismos. Les lanzo durante el curso la misma pregunta una y otra vez… “¿Por qué
surge en Atenas la mayoría de todo lo que conocemos?” Hay respuestas para todos
los gustos que no te reproduzco aquí pero que son muy interesantes. Al final de
curso, después de explicar cómo hace su vida un agricultor en la Atenas
Clásica, alguien se da cuenta que todo eso surge porque hay libertad, porque
hay igualdad, porque hay democracia. Porque hay una sociedad educada en la
libertad, en la igualdad, en la democracia. Teniendo en cuenta por supuesto el
papel de la mujer. Conocer esa sociedad es conocer lo bueno y lo malo.
Educarlos en la mejora de las sociedades es primordial. Creo que trasmitir todo
eso tiene valor y sólo le pido a la sociedad que lo tenga en cuenta. Que lucho
cada día para dignificar un sistema de igualdad de oportunidades y de respeto.
Como ves, Lucía, defiendo que todos los
trabajadores somos dignos. Creo que es un absoluto error pensar que el profesor
es una clase social diferente. Ni me siento ni me he sentido nunca así.
Cometemos un gran error si queremos igualarnos por debajo. Lo mejor sería
igualarnos por encima. Nunca me molestó que un albañil cobrara 3.000 euros
(Ojalá los pudieran seguir cobrando). Me molesta que mi trabajo sea educar a la
sociedad y nadie lo tenga en cuenta. Me molesta que una y otra vez se agredan
mis condiciones laborales y se diga que eso no afecta a la calidad en la
educación. Me molesta que se me tome como excusa para, en realidad, acabar con
el sistema que me dio la oportunidad de educarme. Y me molesta que todo esto se
haga sin plantear otra alternativa. Me molesta que se diga que hemos vivido por
encima de nuestras posibilidades y que por ello hay que acabar con los
servicios públicos que hemos pagado todos con creces. Me molesta porque las
administraciones no se han endeudado hasta las cejas por mantener unos
servicios públicos de calidad. Se han endeudado por mantener actos
insostenibles, cargos inútiles, edificios ruinosos y proyecto fantasma por los
que se pagan. Y ya no te canso más… Me molesta porque la educación no es
problema es la solución. Me gustaría que nos diéramos cuenta y lo
defendiéramos. Nos quita lo más importante: la educación… la igualdad… la
libertad.
Un abrazo
Fernando______________________________________________________
Espero que sea leída. Gran reflexión, que más de uno debería aplicarse.
ResponderEliminarGenial! Debemos defender nuestro faena y nuestros derechos como cualquier otro trabajador!
ResponderEliminarGracies Fernando!
Felicidades Fernando por plasmar los pensamientos y valores de muchos. Has sabido exponerlos desde el respeto y no desde la rabia y la impotencia que muchos sentimos.
ResponderEliminarGracias por vuestras palabras¡ Ánimo, compañeros¡
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